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Así lucirían hoy en día las 7 maravillas del mundo antiguo

Si el tiempo lo hubiera querido, en la actualidad se mantendrían las que fueron en su momento las 7 maravillas del mundo. Colosales monumentos que dominaban el mundo por aquel entonces y lo otorgaban de majestuosidad y belleza.


Por Jesús Olivares - 19 de abril de 2020 (Cuenca)

La antigüedad y la historia nos han dejado joyas arquitectónicas realmente espectaculares por cada rincón del mundo: pirámides, templos, edificios colosales, ciudades enterradas, etc. Sin duda alguna, todas ellas poseen algo en común, y es la belleza, el esplendor y la precisión con las que están realizadas. A día de hoy, en el mundo existen lo que se conoce como las 7 maravillas del mundo, piezas arquitectónicas de gran construcción que sorprenden a todo el mundo por su colosalismo. A pesar de ello, muy poca gente conoce realmente que antes de estas existían otras 7 maravillas, las del mundo antiguo, y que, si existieran realmente en nuestros días, sin duda acapararían la atención de todos. Estas son las 7 maravillas del mundo antiguo y así lucirían si estuvieran vigentes a día de hoy.

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El Coloso de Rodas

Antiguamente, cuando los visitantes y los barcos llegaban al puerto de la ciudad griega de Rodas, se encontraban con algo esplendoroso ante sus ojos. Una enorme figura de alrededor 32 metros de altura que representaba al dios Helios, el cual era el protector de la ciudad griega. El coloso hacía la función de entrada al puerto de la ciudad cuando los barcos navegaban y traspasaban el mar por debajo de él. La estatua fue construida en bronce y era casi igual de alta que una de las 7 maravillas del mundo actual, el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil).

 

El gigante de bronce, además de ser construido para venerar al dios del Sol (Helios), también fue realizada para conmemorar la victoria heroica de los habitantes de Rodas frente a las tropas de Demetrio Poliorcetes. Su constructor fue Cares de Lindos y la construyó alrededor del año 280 a.C. A pesar de su inmensidad y esplendor, la estatua tuvo una corta vida, pues sobre el año 226 a.C. fue destruida y derribada por un terremoto que asoló la ciudad.

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El Templo de Artemisa

El templo fue edificado en el año 550 a.C. por órdenes del rey Craso de Lidia en la ciudad de Éfeso. Su diseño fue realizado por Quersifone y tendría como objetivo convertirse en uno de los templos más bellos del mundo. El edificio se construyó para venerar a la diosa griega Artemisa, la cual era la diosa de la fertilidad, la guerra y la caza. El templo lo conformaban un total de 127 columnas de 18 metros de altura que adornaban todo el cuerpo del templo, mientras que, en el interior de este, se encontraba la estatua de la diosa Artemisa.

 

El templo acabó siendo devorado por un terrible incendio que lo destruyó alrededor del siglo IV a.C. A pesar de ello, volvió a ser reconstruido exactamente igual que el anterior por orden de Alejandro Magno, pero acabó siendo destruido nuevamente por los godos en el siglo III d.C. Hoy en día solo se mantiene una columna de las 127 que lo conformaban.

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La estatua de Zeus

Para venerar al padre de todos los dioses del Olimpo, el mejor escultor griego de la historia, Fidias, llevó a cabo la construcción de una enorme estatua de 12 metros de altura que representaría al dios más grande de todos, Zeus. Esta enorme escultura se encontraba en Olimpia y representaría la veneración de los griegos por sus dioses. Suele decirse que los griegos no tenían una clara representación de Zeus hasta que Fidias no terminó de realizar la escultura y le pusieron rostro al dios divino. Fue terminada por el año 430 a.C. y fue mantenida hasta el siglo V a.C. hasta que un grave incendio provocó toda la destrucción del templo en honor al dios, así como la imponente estatua de Zeus.

 

El templo del dios griego tenía un estilo dórico y hoy en día tan solo se conservan las ruinas y restos del edificio. Para representar la majestuosidad de Zeus y su divinidad, entronizaron la estatua de tal manera que la elaboraron con oro y marfil, elementos que representaban la riqueza, lo que se suele conocer como escultura crisoelefantina. Además, la escultura estaba decorada con una gran cantidad de elementos ornamentales y piedras preciosas.

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Los Jardines Colgantes de Babilonia

Fue el rey de Babilonia Nabucodonosor II quien mandó erigir unos jardines a orillas del río Eúfrates para su esposa, convirtiéndose así en la maravilla más exótica de todas, pero igualmente de la que más se duda de su existencia debido a la escasez de pruebas. La construcción de los jardines fue llevada acabo alrededor del siglo VI a.C. y se cree que los jardines estaban dispuestos en un enorme edificio en forma de pirámide escalonada, de manera que en cada nivel o terraza abundaba exquisita vegetación exótica que sobresalían por los balcones (por lo que se le concedió el nombre de Jardines Colgantes al estar suspendidos en el aire).

 

A pesar de su belleza y exuberancia, los jardines acabaron siendo descuidados, llegándoselos a encontrar el propio Alejandro Magno ya abandonados. Cabe mencionar que el propio río Eúfrates era el que regaba la vegetación de los jardines, entre los cuales se podrían encontrar palmeras, cocos, dátiles, árboles frutales, entre otros. En lo alto de la edificación, se encontraba un depósito de agua que hacía caer pequeñas cascadas por cada una de las plantas de los jardines.

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La Gran Pirámide de Giza

Esta pirámide es la única de las 7 maravillas del mundo antiguo que hoy en día se sigue manteniendo en pie y casi intacta. Tiene una altura de 140 metros con una base de 230 metros. Fue mandada a construir por el faraón del Antiguo Egipto Keops como su propia tumba una vez que este falleciera. La construcción se llevó alrededor del año 2570 a.C., siendo la maravilla más antigua de todas. A pesar de ello, la actual Pirámide de Giza ha perdido todo su esplendor y belleza respecto a la construida hace milenios.

 

Fue considerado el edificio más alto durante 3.800 años y fue construida con bloques de piedra, además, se cree que se tardaron un total de 20 años en construirla. Curiosamente, cuando la Pirámide fue construida esta tenía un revestimiento de piedra caliza blanca con el pico de la pirámide revestido de oro, haciendo que cuando los rayos de sol cubrían esta parte, la pirámide brillaba somo si fuera el Gran Astro. Hoy en día, la pirámide ha perdido tanto su revestimiento de piedra caliza como de oro.

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El Faro de Alejandría

Construido en el año 331 a.C., el Faro de Alejandría fue una de las maravillas más antiguas del mundo. Situado en la ciudad de Alejandría, concretamente en la ciudad de Pharos, el faro poseía una altura de 160 metros de alto y fue toda una referencia para los navegantes del Mar Mediterráneo. Debido a la isla en la que estaba situado se acabó convirtiendo en el origen de la palabra ‘faro’ de hoy en día. Cuando Alejandro Magno murió, su sucesor Ptolomeo I mandó a construir el faro para que guiara y ayudara a los navegantes que recorrían la costa. El arquitecto que lo llevó a cabo fue Sóstrato de Cnido.

 

Se cree que el faro albergaba distintas partes o plantas, siendo una de ellas una planta rectangular de la que salía un cuerpo alargado y por encima de este se encontraba un nivel octogonal finalizando con la estructura más alta en la que se encontraba un espejo que durante el día reflejaba la luz del sol y, por la noche, se encendía una hoguera que se podía contemplar desde decenas de kilómetros. A pesar de tener una larga vida, un fuerte terremoto sacudió el fado y acabó derrumbándolo en el siglo XIV. Hoy en día tan solo pueden contemplarse pequeños restos de su construcción.

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El Mausoleo de Halicarnaso

Esta gran obra arquitectónica fue mandada a construir por el rey Mausolo de Caria como lugar para enterrar tanto al rey como a su esposa. El rey escogió la colina más alta de la ciudad y fue donde decidió construir el mausoleo, finalizado en el año 350 a.C. La obra tenía una altura de casi 50 metros y fue considerado uno de los principales monumentos arquitectónicos de la Grecia Clásica. Hoy en día, la palabra mausoleo deriva de esta gran obra funeraria del rey Mausolo. Esta obra, junto al Faro de Alejandría, fue la maravilla del mundo antiguo que más tiempo duró en la historia. A pesar de haber sobrevivido a varias invasiones por los enemigos de la ciudad, el Mausoleo de Halicarnaso fue derrumbado a causa de un terremoto y hoy en día, la ciudad turca de Bodrum alberga las ruinas de la ciudad de Halicarnaso y del gran mausoleo.

 

Aunque el rey Mausolo fue quien mandó construir el templo funerario, fue su esposa, ya viuda, quien decidió comenzar con la construcción y de llevar a cabo el proyecto, adjudicándoselo a los arquitectos Sátiro y Piteo. La edificación contaba con varios niveles, entre los que se encontraban estatuas de dioses griegos y cientos de relieves y ornamentaciones griegos. El techo del mausoleo fue coronado por una cuadriga conducida por Mausolo y su esposa Artemisia.

Las 7 maravillas del mundo antiguo

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