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Urbano moderno diseño de interiores

Hogar dulce hogar: historia sobre el interiorismo

El diseño de interiores no es algo que surgiera a finales del siglo XIX y principios del XX como mucha gente piensa. El interiorismo lleva siglos y siglos de historia, y es aquí donde hablaremos de ello.

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Por Jesús Olivares - 9 de abril de 2020 (Cuenca)

A todos nos gusta llegar a casa y sentirnos en paz con nosotros mismos. Saber que estamos en un ambiente apacible y en el que nos sentimos seguros del exterior. Parte de esa seguridad nos la da nuestra propia casa: los muebles estilo clasista que tenemos en el salón, las cómodas victorianas, las camas al más puro estilo noruego, etc. Pero, ¿quién diría que todo esto tiene detrás una historia?

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Para conocer la historia del interiorismo (prometemos no alargarnos mucho) nos tenemos que remontar al principio de la humanidad, concretamente a la prehistoria. Desde aquel entonces, el hombre ya decoraba las paredes de las cuevas con pinturas rupestres para contar historias. Con el paso del tiempo y con la civilización egipcia como una de las más importantess, la decoración de los hogares dio un gran salto. Estos empezaron a usar materiales como el oro y distintos pigmentos de colores para decorar sus hogares y sus templos, así como la creación de inmobiliarias de lujo con exquisitas telas y materiales. Dependiendo de cómo fueran las casas y sus diseños, esto representaría el estatus social que tendría la familia.

 

Otros dos imperios que dejaron un enorme legado en el estilo interiorista hace miles de años fueron los griegos y los romanos. Para ellos, el maximalismo era lo más importante. Todos sus templos eran ricos en colores y esculturas de gran tamaño. Entre los elementos que usaban destacan el uso del marfil para diferentes ornamentaciones y la plata en las islas griegas, mientras que en la península del gran imperio romano destacaban la riqueza con elementos como el oro. Era frecuente encontrar grandes esculturas de sus dioses en las casas de los romanos, así como templos e inmobiliaria pintados en color púrpura, un tono que representaba la magnificencia y la divinidad para ellos.

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Con la llegada del medievo, el arte del interiorismo se volvió mucho más simplista que siglos atrás. Los colores esta vez eran apagados, apenas había color que resaltase en los diferentes templos, castillos, iglesias o casas. La decoración era mínima debido a las grandes guerras que había en aquella época. Destacaron los estilos románico y gótico, algo que sin duda hoy en día podemos contemplar en una gran variedad de catedrales y castillos alrededor del mundo. Al comienzo de la Edad Media, las iglesias eran simples, sin apenas elementos decorativos, pero conforme pasaban las décadas se empezaron a construir enormes catedrales repletas de adornos decorativos, esculturas y figuras policromadas.

 

Posteriormente, durante el siglo XVI tuvo lugar la época del Renacimiento, donde su expresión fue llevada hasta la decoración más bella y majestuosa. Este tipo de decoración era muy laboriosa, usaban materiales como el mármol o la madera y los muebles de la época eran muy refinados y fabricados con materiales raros o de gran valor del extranjero. Numerosos estilos invadieron el mundo como el estilo Rococó, el Barroco o el Neoclásico, todos ellos siguiendo la estela del refinamiento y de la belleza.

 

A diferencia de la Edad Media en la que todos los elementos giraban en torno a Dios, lo que se conoce como teocentrismo, durante estos siglos sucedió todo lo contrario, pues todo giraba entorno al pensamiento humano y la razón, algo que se conoce como antropocentrismo. El uso del estilo Barroco desencadenó en un gran uso de colores en el mármol, así como vidrieras en las viviendas y los edificios. En cuanto a los hogares, estos eran decorados con elementos florales y con tendencia asiática.

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Los siglos XVII y XIX trajeron consigo nuevos estilos interioristas y nuevas formas de concebir el mundo. La pasión por la decoración y la fabricación de nuevos muebles estaba a la orden del día, siendo mucho más simplistas que la época del Barroco. Usaban nuevos materiales como el terciopelo, la seda y el bronce, todo ello de inspiración directa de la Antigua Roma. Fue con la llegada del siglo XX cuando el interiorismo tuvo su principal apogeo.

 

Con el comienzo del nuevo siglo, las tendencias estilísticas y artísticas quedaban reflejadas en el auge de nuevos modelos de interiorismo y nuevas escuelas como el Art Decó. La libertad de expresión en el arte era la principal salida de la imaginación, por lo que numerosos artistas plasmaron sus ideales en la inmobiliaria. Entre los diferentes estilos de la época destacaban la Bauhaus, el Art Nouveau y, sobre todo, el minimalismo, un estilo que sigue predominando los hogares a día de hoy.

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Es así como con la llegada de los nuevos estilos, el interiorismo se volvió mucho más simple, más neutro y más moderno, dejando atrás aquellos escandalosos muebles y tapicerías que predominaban durante el siglo XVII para dar paso a un estilo que desembocaría directamente en los hogares de la sociedad del siglo XXI.

Decoración de interiores a lo largo de la historia

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